Los beneficios de la leche de cabra son innumerables. Durante muchos años la leche de cabra fue una de las características diferenciales de la dieta mediterránea, además tradicionalmente se les ha dado a los bebés y niños que no podían tomar leche materna y tampoco toleraban la leche de vaca.
La leche de cabra es la que contiene una mayor proporción de oligosacáridos de composición parecida a los de la leche materna
A comienzos del siglo XX, por diferentes razones, el consumo de leche de cabra comenzó a disminuir. En la actualidad, y a pesar de los grandes beneficios que tiene, el consumo de esta leche se emplea sobre todo para la elaboración de derivados lácteos como el queso y en menor medida, yogur.
Información nutricional de la leche de cabra
Beneficios de la leche de cabra
La leche de cabra presenta una serie de ventajas nutricionales, tantas que se ha llegado a considerar un alimento funcional:
Es muy rica en triglicéridos de cadena media, lo que supone una fuente de energía rápida. Este tipo de triglicéridos han sido muy estudiados en la prevención de la obesidad porque estimulan la saciedad y disminuyen los depósitos de grasa; así que favorecen el control del peso. En concreto, contiene más ácidos grasos esenciales (linoleico y araquidónico) que la leche de vaca. Ambos son de la serie Omega 6. Por otro lado, presenta un 30-35% de ácidos grasos de cadena media (C6-C14) MCT frente a la de vaca, que sólo tiene un 15-20%. Estos ácidos grasos son una fuente rápida de energía y no son almacenados como tejido adiposo.
La composición grasa de la leche de cabra es la principal responsable de sus propiedades contra el colesterol alto, pues impide que se absorba el exceso de ácidos grasos saturados del organismo.
La leche de cabra es, después de la leche humana, la que contiene una mayor proporción de oligosacáridos de composición parecida a los de la leche materna, compuestos que forman parte de la fibra soluble, llegan al intestino grueso sin digerir y actúan como prebióticos, es decir, ayudan al desarrollo de una flora probiótica que compite con la flora bacteriana patógena, eliminándola por ello se han relacionado con una gran cantidad de efectos saludables como, por ejemplo, la regulación del sistema inmunitario.
La leche de cabra es una alternativa válida como sustituto de la humana, pues sus valores nutritivos son en gran medida aproximados. El sabor de la leche de cabra difiere muy poco del gusto de la de vaca, presenta similar cantidad de hierro, proteínas, grasa, vitamina C y D; exhibiendo mayor contenido de calcio, potasio, manganeso y fósforo, como también de vitaminas A y B.
Los científicos de la Universidad de Granada han comprobado que la leche de cabra contiene muchos nutrientes que la hacen comparable a la leche materna, como ocurre con la caseína. La leche de cabra contiene menos caseína del tipo alfa 1 como sucede en la leche de mujer, que son las responsables de la mayoría de las alergias a la leche de vaca. Por lo tanto, es hipoalergénica. «Por este motivo, en algunos países es utilizada como base para la elaboración de leches maternizadas en sustitución de la leche de vaca», destacan los investigadores de la UGR.
Respecto a su composición mineral, la leche de cabra es rica en calcio y fósforo, que son altamente biodisponibles y favorecen su depósito en la matriz orgánica del hueso, lo que da lugar a una mejora en los parámetros de formación ósea. Asimismo, presenta mayor cantidad de zinc y selenio, micronutrientes esenciales para la defensa antioxidante y prevención de enfermedades neurodegenerativas.
Otra característica de esta leche es que favorece la absorción del hierro. Aunque la cantidad total de hierro es similar a la de la leche de otros mamíferos, la biodisponibilidad de este mineral es mayor en la leche de cabra.
Una gran ventaja de la leche de cabra es que es muy fácil de digerir, no porque contiene menos lactosa, sino porque las partículas de grasa son más pequeñas y por tanto más fáciles de digerir. Además, el perfil de proteínas de la leche de cabra se asemeja más al humano del que lo hace la leche de vaca; de la misma manera la
lactoglobulina caprina ha demostrado ser de más fácil digestión que la vacuna.
La leche de cabra es de más fácil digestión siendo ideal para integrar la dieta de convalecientes con alteraciones gástricas, úlceras y colitis por sus altas cualidades de poder buffer (neutralizante de la acidez).
En términos generales se estima que la leche de cabra es capaz de proporcionar por día toda la proteína que un niño necesita hasta los 8 años de edad y el 6% hasta los 14 años; además por si sola suple 35 g de proteína por litro, lo cual es el 54% de los 65 g/día requeridos por la mujer en lactancia o embarazada.
No obstante, los pediatras no la recomiendan como sustituto total de la leche materna en infantes menores de un año dado su alto nivel proteico y mineral, y por su bajo contenido de carbohidratos, ácido fólico y vitaminas C, D, E, B6 y B12.
Más allá de sus posibilidades económicas y de su uso para llenar las necesidades nutricionales diarias, la leche de cabra posee cualidades que la hacen apropiada para niños, adultos y madres que amamantan, entre las que se puede citar sus propiedades nutracéuticas y anti alergénicas.
Puleva
Revisado por Dra. Casandra Madrigal. Nutricionista-Dietista, Doctora en Nutrición y Ciencia de los alimentos. Fundación Iberoamericana de Nutrición-FINUT. Febrero, 2025.
Referencias
Bidot Fernández, Adela. (2017). Composición, cualidades y beneficios de la leche de cabra: revisión bibliográfica. Revista de Producción Animal, 29(2), 32-41. Recuperado en 21 de febrero de 2025, de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2224-79202017000200005&lng=es&tlng=es.
Ministerio de agricultura, pesca y alimentación. Leche de cabra. https://encr.pw/D7Jey. Consultado Febrero 2025.