Durante la infancia, la alimentación juega un papel crucial para garantizar un crecimiento saludable y un desarrollo óptimo. Esta etapa de la vida está marcada por un rápido crecimiento físico y por la oportunidad de establecer hábitos alimentarios que perduren toda la vida. Una buena nutrición en esta etapa asegura el aporte necesario de energía y nutrientes esenciales para el cuerpo y la mente en desarrollo, mientras previene problemas de salud en la vida adulta.
Beneficios de los lácteos
Los lácteos son fundamentales, ya que son una de las principales fuentes de calcio y vitamina D, esenciales para el desarrollo y fortalecimiento de huesos y dientes. Además, aportan proteínas de alta calidad y otros nutrientes como fósforo, magnesio y vitaminas del grupo B, que contribuyen al desarrollo muscular, nervioso y metabólico de los niños. Incluir lácteos en la dieta, junto con una alimentación variada y equilibrada, ayuda a construir una base sólida de salud que beneficiará a los niños no solo en el presente, sino también en el futuro.
Contenido de nutrientes en un lácteo esencial: la leche
Un vaso de leche (aproximadamente 240 ml de leche entera) es una excelente fuente de macronutrientes y micronutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo, especialmente en los niños. Aquí tienes un desglose aproximado de los nutrientes que aporta:
Energía y macronutrientes:
Calorías: 150 kcal
Proteínas: 8 gramos (de alta calidad, con todos los aminoácidos esenciales)
Grasas totales: 8 gramos
Grasas saturadas: 5 gramos
Ácidos grasos insaturados: 3 gramos
Carbohidratos: 12 gramos (principalmente en forma de lactosa, el azúcar natural de la leche)
Vitaminas y minerales:
Calcio: 300 mg (aproximadamente el 25-30% de las necesidades diarias para un niño)
Fósforo: 240 mg (clave para fortalecer huesos y dientes)
Vitamina D: 2,5 mcg (10% del valor diario recomendado, si está fortificada)
Vitamina A: 150 mcg (ayuda a la visión y al sistema inmunológico)
Magnesio: 24 mg (apoya la función muscular y nerviosa)
Potasio: 350 mg (beneficioso para el equilibrio electrolítico y la presión arterial)
Vitaminas B2 (Riboflavina): 0.3 mg (conversión de energía a partir de alimentos)
Vitamina B12: 1,2 mcg (esencial para la formación de glóbulos rojos y la función neurológica)
Estos valores pueden variar ligeramente dependiendo del tipo de leche (entera, semidesnatada o desnatada) y si está fortificada con vitamina D u otros nutrientes. La leche no solo es rica en nutrientes clave, sino que también es fácil de incorporar en la dieta diaria, convirtiéndola en un alimento fundamental para la infancia.
¿Cómo incluir la leche en la dieta infantil?
La leche es un alimento fundamental en la dieta de los niños. Tomar un vaso de leche no es la única forma de consumirla, existen muchas formas creativas y deliciosas de incluirla en su alimentación diaria. Desde batidos frutales hasta recetas caseras, la leche puede formar parte de su dieta de manera divertida y nutritiva, adaptándose a sus gustos y necesidades. Algunas de las formas de incluir la leche en la dieta de los niños son:
Como parte de un desayuno saludable: Un vaso de leche acompañado de cereal integral o tostadas puede ser una excelente manera de comenzar el día con energía.
En los batidos nutritivos: Mezcla leche con frutas frescas como plátano, fresas o mango para hacer un batido delicioso y lleno de vitaminas.
Incluyéndola en postres caseros: Prepara gelatinas con leche, flanes o arroz con leche para incorporar calcio de manera atractiva.
Alternativas creativas: Usar leche como base para sopas o purés, como el de zanahoria o calabaza, es una forma de enriquecer las comidas.
Consejos para los niños que no disfrutan de la leche
Hacer que los niños consuman leche de forma regular puede ser un reto, pero con un poco de imaginación y paciencia. Los siguientes consejos prácticos te ayudarán a integrar la leche en su dieta de manera natural y sin complicaciones. Verás cómo disfrutarán de sus beneficios sin siquiera darse cuenta.
Incorpora leches aromatizadas caseras: Añadir cacao natural o una pizca de vainilla puede hacer la leche más atractiva, sin recurrir a azúcares añadidos.
Cocina con leche como ingrediente: Usarla en recetas como cremas o salsas para pastas puede ser una forma discreta de incluirla.
Opta por lácteos alternativos: Yogures o quesos, que también son ricos en calcio y pueden ser más fáciles de aceptar.
Cantidades de lácteos recomendadas por edad
Las necesidades de lácteos varían según la etapa de crecimiento del niño, garantizando una ingesta adecuada de calcio y otros nutrientes esenciales. Estas son las recomendaciones generales:
0 a 6 meses: La leche materna cubre todas las necesidades nutricionales del bebé. En los casos que la madre no pueda amamantar, las leches de inicio pueden ser la alternativa para garantizar el suministro de lácteos que los bebés requieren.
6 meses a 1 año: Se puede introducir yogur natural no azucarado y quesos suaves en pequeñas cantidades, además de continuar con la leche materna o la fórmula láctea, si ya no se amamanta al bebé.
1 a 3 años: Alrededor de 2 porciones diarias de lácteos, que pueden incluir leche, yogur y queso. Una porción equivale a 1 taza de leche o yogur (aproximadamente 200 ml) o 30 g de queso.
4 a 8 años: Entre 2 y 2,5 porciones al día, dependiendo del nivel de actividad física y las necesidades energéticas.
9 a 10 años: Incrementar a 3 porciones diarias para cubrir el aumento de las demandas de calcio durante esta etapa de rápido crecimiento.
Los lácteos no solo nutren el cuerpo de los niños, sino que también sientan las bases de una salud ósea sólida y un metabolismo equilibrado. Incluirlos como parte de una dieta variada y combinarlos con hábitos saludables como la actividad física regular y una adecuada hidratación contribuye a un desarrollo óptimo. Al ofrecer las cantidades recomendadas de lácteos, los padres están invirtiendo en el bienestar de sus hijos a corto y largo plazo.
Saber más
¿Sabías que los Lácteos pueden contribuir a prevenir la obesidad Infantil?
Numerosas investigaciones recientes indican que el consumo moderado y equilibrado de lácteos puede ser un factor protector contra la obesidad infantil. Los productos lácteos bajos en grasa, por ejemplo, contribuyen a una sensación de saciedad, lo que ayuda a regular el apetito y evitar el consumo excesivo de alimentos altos en calorías y pobres en nutrientes. Además, su contenido proteico y su bajo índice glucémico los convierten en aliados importantes en la regulación de la energía y el control del peso corporal desde edades tempranas.
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Original de Dra. Dña. Ana Haro García, Farmacéutica y Tecnóloga de los Alimentos
Actualizado y revisado por Dra. Jennifer Bernal-Rivas. Nutricionista-Dietista, Máster en Nutrición Humana y Doctora en Ciencias. Fundación Iberoamericana de Nutrición-FINUT. marzo, 2025.
Referencias
Clínica Mayo. Healthy Lifestyle. Children’s health. Nutrition for kids: Guidelines for a healthy diet. https://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/childrens-health/in-depth/nutrition-for-kids/art-20049335 Consultado 6 de febrero 2025.
UNICEF. Alimentar a tu bebé: 1 a 2 años ¿Qué debe comer?. https://www.unicef.org/lac/crianza/alimento-nutricion/consejos-alimentando-tu-bebe-1-2-anos Consultado 6 de febrero 2025.
Organización Mundial de la Salud, Organización Panamericana de la Salud. La alimentación del lactante y del niño pequeño: Capítulo Modelo para libros de texto dirigidos a estudiantes de medicina y otras ciencias de la salud. Washington, D.C. 2010.
Organización Mundial de la Salud y Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Indicadores para evaluar las prácticas de alimentación del lactante y del niño pequeño: definiciones y métodos de medición [Indicators for assessing infant and young child feeding practices: definitions and measurement methods]. Ginebra: 2022. Licencia: CC BY-NC-SA 3.0 IGO.