Descubre algunas pautas dietéticas para los niños con alergia a la proteína de la leche

En la infancia, la alergia alimentaria más común es la alergia a las proteínas de la leche de vaca, más corrientemente conocida como alergia a la leche. Se debe a la introducción precoz de la leche de vaca en los bebés y desaparece sobre los 5 años de edad en el 95% de los niños.

La alergia a la proteína de la leche de vaca es una de las causas más frecuentes de alergia alimentaria en los primeros años de vida, aunque también puede darse en niños en edad escolar y adolescentes. La alergia a la proteína de la leche de vaca está causada por una respuesta inmunomediada reproducible a la exposición posterior a las proteínas de la leche. Las que con más frecuencia producen alergia son la caseína, la alfa-lactoalbumina y la beta-lactoglobulina. 

Esta alergia puede aparecer en cualquier persona, pero aparece con más frecuencia en los niños atópicos. Además, puede presentarse a cualquier edad. No se debe confundir la alergia a la leche con la intolerancia a la lactosa, ya que esta última no es más que la incapacidad para digerir y asimilar la lactasa en el intestino. La lactasa es la enzima encargada de digerir la lactosa.

Dependiendo del mecanismo inmunitario implicado, los síntomas pueden ocurrir en cuestión de minutos (esto se denomina alergia a la leche de aparición rápida) o varias horas después e incluso días de ingerir algo que contengan proteínas lácteas. 

El tratamiento recomendado para las alergias alimentarias consiste en evitar la exposición al alérgeno en cuestión. La leche materna es adecuada para la mayoría de los lactantes con alergia a la proteína de la leche de vaca. Por lo tanto, es importante que las madres continúen con la lactancia materna mientras siguen una dieta de eliminación, que debe supervisarse para evitar deficiencias nutricionales. Si la lactancia materna no es exclusiva o se ha interrumpido por completo, es necesario utilizar un sustituto nutricionalmente adecuado. Por definición, las fórmulas hipoalergénicas son aquellas toleradas por el 90% de los lactantes con alergia a la proteína de la leche de vaca.

La alergia a la proteína de la leche de vaca suele mejorar con el tiempo. La mayoría de los niños alérgicos logran tolerarla de manera natural antes de los 2 a 4 años. Alrededor del 28-56% ya la tolera al cumplir un año, entre el 60-77% a los 2 años, el 71-87% a los 3 años y hasta el 90% a los 6 años. Sin embargo, un pequeño grupo no supera la alergia de forma natural y puede experimentar reacciones más severas.

El que desaparezca o no depende de la constitución genética y de la dieta. Como en la genética no podemos influir, debemos controlar la dieta tanto en casa como en el colegio, con familiares, excursiones y fiestas. Es recomendable no saltarse la dieta (ni en ocasiones especiales) en niños con alergia severa. En caso de alergias leves, es posible que cantidades pequeñas de leche no causen síntomas aparentes, pero pueden reactivar una alergia que está descendiendo.

¿Cómo leer una etiqueta en una dieta sin proteínas de leche?

Incluso si un alimento está clasificado como «sin leche» o «sin lácteos», es posible que contenga proteínas de la leche causantes de alergia; por lo tanto, tienes que leer la etiqueta con atención. Asegúrese de que en las etiquetas de alimentos no figuren estos ingredientes y evítalos:

Caseinato, caseinato de: magnesio, amonio, hierro, calcio, potasio, sodio, zinc y de cuajo.

Mantequilla, aceites y suero de mantequilla, grasa y sólidos/grasa de mantequilla, mantequilla clarificada y sabor artificial de mantequilla.

Grasa de manteca y saborizante artificial de manteca.

Colorante y esencia de caramelo.

Saborizante artificial de mantequilla y de queso.

Sustitutos de la grasa a base de leche

Caseína, caseína hidrolizada, caseína cálcica, caseinato sódico, caseína potásica.

Cuajo de caseína.

Queso, requesón, cuajada.

Natilla, pudin

Lactoalbúmina, lactoferrina.

Leche: evaporada, condensada, en polvo, entera, deshidratada, de cabra, de bajo contenido graso, malteada, sin grasa, en polvo, descremada, entera; combinación de leche y crema. Sólidos de leche deshidratada.

Yogur

Nata, nata agria.

Flan, margarina, turrón, yogur.

Suero de leche: deslactosado, desmineralizado y en polvo.

Saborizantes, saborizantes naturales.

Harinas con elevado contenido proteínico.

Proteínas lácteas hidrolizadas, lactoalbumina, fosfato de lactoalbumina, lactoferrina, lactoglobulina.

Los ingredientes cuyos nombres comienzan con el prefijo «lact», como la lactosa y el lactato.

Lactato, ácido láctico.

Lactosa, lactoferrina y lactulosa *

Polvo lácteo, sólidos lácteos, sólidos de crema y leche agria.

Opta, Simplesse.

Suero, suero en polvo, concentrado de proteínas, proteínas hidrolizadas de suero.

 * La lactosa pura teóricamente sería tolerada, pero si no está perfectamente purificada puede contener restos de proteínas, y es prudente evitarla. Algunos de los componentes pueden ser de origen distinto a la leche (albúmina o globulina de huevo, manteca de cerdo, saborizantes). Si no está claramente expresado su origen, es más prudente evitarlos. Algunos niños han de evitar la carne de ternera además de la leche y sus derivados, mientras que otros niños la pueden comer. Consulte su caso con su especialista.

Fuentes ocultas de proteína de leche

La caseína se utiliza como aglutinante en la elaboración de muchos fiambres.

Algunos atunes en lata contienen caseína que es una proteína de la leche.

Normalmente, las máquinas usadas para cortar fiambres se usan también para cortar quesos.

Muchos de los productos no lácteos contienen caseína.

En numerosos restaurantes untan la carne con mantequilla una vez que han sido puesto a la parrilla, para así darle un mejor sabor; la mantequilla no permanece visible.

Existen algunos alimentos que contienen leche en alguna cantidad y de los que debemos tener conocimiento: galletas, pasteles de repostería, magdalenas, pastelitos para niños y roscos comerciales, ciertas margarinas, cremas de cacao, papillas de farmacia de cereales o frutas lacteadas y «potitos» con leche, entre otros.

¿Qué alimentos no deben consumir los niños con alergia?   

Según el Comité de alergia a alimentos de la Academia Europea de Alergia (EAACI) (2004), los alimentos prohibidos podrían ser los siguientes:

Leche de vaca natural o manufacturada, así como leche en polvo, descremada, condensadas, evaporadas, leches para la lactancia, etc.

Productos como natillas, natillas de chocolate, helados, cuajada, batidos, flanes, quesos, requesón, quesitos en porciones, quesos frescos semidesnatados (normalmente para niños) o similares, arroz con leche, etc.

Algunos niños han de evitar la carne de ternera además de la leche y sus derivados, mientras que otros niños la pueden comer (consulte su caso con su especialista). Por ello deben de evitar el consumo de estas carnes y sus derivados:

Caldos de carnes y algunas sopas de sobre o enlatadas. Sopas o cocidos caseros hechos con derivados de vaca (huesos de carne, etc.).

Ciertos embutidos (longanizas, salchichas de Frankfurt, sobrasadas, mortadela, chorizo, salchichón, etc.).

Ciertas clases de jamón de York.

Conservas de vaca o ternera.

Grasas animales sin especificar, ya que puede tratarse de nata o mantequilla.

Ingredientes como proteínas y aromas sin especificar, pueden utilizar proteínas de leche sin especificar el contenido y pueden ser de queso o tener leche.

 

¿Qué alimentos sí se pueden consumir?

Consumir preferiblemente alimentos frescos, como:

Verduras y hortalizas: fresca o congelada al natural.

Arroz: paella, cocido con salsa de tomate casera.

Quínoa, maíz, alforfón / trigo sarraceno.

Patatas cocidas, asadas, fritas en aceite.

Pasta como macarrones y fideos.

Bebidas: bebidas de soja, almendras y zumos de fruta.

Legumbres: lentejas, garbanzos, judías.

Carne: pollo, pavo, ternera, cerdo (excepto productos manufacturados, salchichas, hamburguesas)

Pescado y marisco (excepto preparados como pescados precocinados).

Huevo y todos los preparados que lo contengan.

Aceite de oliva, girasol, maíz

Mermelada casera.

Jamón serrano y lomo, de piezas enteras (evitar loncheados con conservantes).

Jamón cocido de calidad extra (vigilar etiquetado siempre).

Fruta fresca y frutos secos.

Chocolate negro sin leche

Dª. María del Carmen Moreu Burgos, Farmacéutica y Tecnóloga de los Alimentos, Diplomada en Nutrición.

Revisado por Dra. Casandra Madrigal. Nutricionista-Dietista, Doctora en Nutrición y Ciencia de los alimentos. Fundación Iberoamericana de Nutrición-FINUT. Febrero, 2025.

Referencias

Giannetti A, Toschi Vespasiani G, Ricci G, Miniaci A, di Palmo E, Pession A. Cow’s Milk Protein Allergy as a Model of Food Allergies. Nutrients. 2021 Apr 30;13(5):1525. doi: 10.3390/nu13051525. PMID: 33946553; PMCID: PMC8147250.

Arasi S, Cafarotti A, Fiocchi A. Cow’s milk allergy. Curr Opin Allergy Clin Immunol. 2022 Jun 1;22(3):181-187. doi: 10.1097/ACI.0000000000000823. Epub 2022 Mar 9. PMID: 35266897.

Vandenplas Y, Broekaert I, Domellöf M, Indrio F, Lapillonne A, Pienar C, et al. An ESPGHAN position paper on the diagnosis, management and prevention of cow’s milk allergy. Journal of Pediatric Gastroenterology and Nutrition [Internet]. 2023 Jul 26 [cited 2023 Aug 29]; Available from: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/37491714/

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