La interacción entre nutrición e inmunología es muy compleja. El estado nutricional general de un individuo, su estado de nutrición y su patrón de ingesta de alimentos (que incluye alimentos, nutrientes y compuestos bioactivos no nutritivos) afectan el funcionamiento del sistema inmunológico; esto puede ocurrir a nivel de barreras físicas (piel, mucosas intestinales), el microbioma, el sistema inmunológico innato (función y polarización de los macrófagos) y el sistema inmunológico adaptativo (función de las células T y B). Por el contrario, el sistema inmunológico afecta el metabolismo y las necesidades nutricionales, e influye en la respuesta fisiológica a los alimentos.
Una nutrición óptima durante los primeros 1.000 días, desde la concepción hasta el final del segundo año de vida, tiene un papel determinante para la salud a largo plazo. La alimentación es un factor fundamental en el cuidado de la salud de nuestro organismo y tener unos hábitos alimentarios adecuados son clave para mantener un sistema inmune fortalecido. Los hábitos alimentarios de los niños deben ajustarse a las necesidades de cada edad.
“La leche materna contiene bífidus y grasas Omega 3 y Omega 6 que colaboran en la maduración del sistema inmune”
Factores perinatales
La etapa perinatal comprende desde las últimas semanas del embarazo hasta el primer mes después del nacimiento. Uno de los factores más relevantes que puede afectar el desarrollo inmunitario en esta etapa es la ingesta de micronutrientes durante la gestación. Las deficiencias de micronutrientes en el embarazo afectan negativamente el desarrollo fetal.
El peso corporal materno también incide en el desarrollo fetal. La obesidad materna parece tener influencia a nivel epigenético y favorecer la transmisión de la obesidad y otros trastornos metabólicos.
Otro factor relevante en el estado de salud, tanto de la madre como del feto, es la exposición al tabaco. Existe evidencia sobre la asociación entre el tabaquismo durante el embarazo y la hipertensión arterial, diabetes gestacional y obesidad de los hijos.
Factores postnatales
El principal factor relacionado con el estado nutricional del recién nacido y su desarrollo inmunológico posnatal es la lactancia materna.
La lactancia materna tiene muchos efectos beneficiosos para los recién nacidos. Los riesgos relativos de incidencia de diarrea, mortalidad por diarrea, incidencia de neumonía y mortalidad por neumonía se mantienen al mínimo en los lactantes alimentados exclusivamente con leche materna. Sin embargo, además de proteger contra las infecciones, la leche materna tiene efectos tanto a corto como a largo plazo, como la prevención y protección contra las reacciones alérgicas; un desarrollo conductual, cognitivo y gastrointestinal óptimo; y puede proteger contra enfermedades crónicas, como la diabetes, la obesidad, la hipertensión y las enfermedades autoinmunes y cardiovasculares
La leche materna es la mejor aliada ya que produce una clara protección por el paso de inmunoglobulinas de la madre al bebé a través del pecho. Contienen bífidus que se caracterizan por estimular el sistema inmune y favorecen su maduración e inmunonutrientes como el zinc, el selenio y los nucleótidos que favorecen que el sistema inmunitario funcione adecuadamente. Las grasas predominantes son las grasas Omega 3 y Omega 6, que intervienen en el sistema cognitivo y visual del lactante y, además, colaboran en la maduración del sistema inmunitario.
Tras los primeros meses de vida, el estado nutricional del lactante depende directamente de la alimentación complementaria, que aporta alrededor del 50 % de energía y un elevado porcentaje de nutrientes. Una alimentación correcta y variada, con todos los grupos de alimentos necesarios en la proporción adecuada según la edad, es necesaria para el buen funcionamiento del sistema inmune.
Microbiota e inmunidad
La microbiota intestinal, que incluye bacterias, virus, hongos, protistas y otros microorganismos.
Cada individuo posee una microbiota única que, además de depender de su genotipo, estará influenciada por diferentes factores ambientales como la dieta de la madre, el tipo de nacimiento, el modelo de lactancia, el uso de antibióticos y el estilo de vida. Estos factores pueden condicionar un inadecuado desarrollo de la microbiota intestinal durante los primeros meses de vida, generando un estado de disbiosis.
Muchas enfermedades no transmisibles asociadas con la disbiosis se «programan» durante la infancia. La nutrición es un potente determinante de la composición y maduración de la microbiota de los niños y, por lo tanto, un fuerte determinante de la programación de las enfermedades no transmisibles, enfermedades infecciosas agudas y mayor riesgo de enfermedades inflamatorias, autoinmunes y metabólicas, como obesidad, diabetes, alergias o enfermedad inflamatoria intestinal.
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Se ha observado que los recién nacidos a término por vía vaginal y alimentados con leche materna presentan una microbiota más competente y protectora. Por otro lado, los recién nacidos amamantados al pecho presentan una microbiota con predominio de Lactobacillus y Bifidobacterium, mientras que los alimentados con fórmulas infantiles presentan mayor diversidad en su microbiota. No obstante, la inclusión de prebióticos, probióticos o ambos en leches infantiles permite un desarrollo de la microbiota más parecido al obtenido con leche materna.
Dr. Javier Pellegrini, coordinador del Comité de Asma de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP)
Revisado por Dra. Casandra Madrigal. Nutricionista-Dietista, Doctora en Nutrición y Ciencia de los alimentos. Fundación Iberoamericana de Nutrición-FINUT. Febrero, 2025.
Referencias Venter C, Eyerich S, Sarin T, Klatt KC. Nutrition and the Immune System: A Complicated Tango. Nutrients. 2020;12(3):818. doi:10.3390/nu12030818
Fragkou PC, Karaviti D, Zemlin M, Skevaki C. Impact of Early Life Nutrition on Children’s Immune System and Noncommunicable Diseases Through Its Effects on the Bacterial Microbiome, Virome and Mycobiome. Front Immunol. 2021;12:644269. doi:10.3389/fimmu.2021.644269
Delgado Ojeda J, Santamaría Orleans A. Nutrición e inmunidad en las primeras etapas de la vida. Nutr Hosp. 2023;40(N.º Extra 2):16-19 DOI: http://dx.doi.org/10.20960/nh.04948