La etapa del embarazo es un viaje único y transformador en la vida de una mujer, lleno de cambios y necesidades especiales. Durante este periodo, la nutrición no solo influye en la salud de la madre, sino que desempeña un papel fundamental en el desarrollo del bebé. Alimentarse bien no se trata solo de cubrir necesidades físicas, sino de nutrir una conexión profunda y cuidar el bienestar de ambos. Desde mantener un aumento de peso adecuado hasta incluir nutrientes clave como el ácido fólico y el hierro, cada elección alimentaria puede marcar una diferencia significativa. Estas recomendaciones están diseñadas para acompañarte y guiarte en este hermoso recorrido, asegurando que tanto tú como tu bebé reciban el cuidado que merecen.
Recomendaciones nutricionales para la embarazada:
1. Control adecuado del aumento de peso. El aumento de peso de la embarazada o gestacional está directamente relacionado con los resultados maternos y neonatales. Una ganancia insuficiente puede asociarse con restricción del crecimiento del bebé en el vientre (intrauterino), bajo peso al nacer y prematuridad (nacer antes de las 37 semanas), mientras que una ganancia excesiva incrementa el riesgo de macrosomía (alteraciones en el tamaño del cuerpo del bebé), diabetes gestacional, preeclampsia (elevación de tensión arterial) y complicaciones en el parto.
Recomendaciones según el Indie de Masa Corporal (relación entre el peso y estatura) pregestacional:
Mujeres con sobrepeso (IMC entre 25 y 29.9): ganancia recomendada de 7–11.5 kg.
Mujeres con obesidad (IMC > 30): ganancia recomendada de 5–9 kg, aunque se debate si deben aplicarse restricciones adicionales para IMC > 35 o 40.
Distribución del aumento de peso: Aproximadamente el 35% del GWG corresponde al crecimiento fetal, la placenta y el líquido amniótico, mientras que el resto incluye acumulación de grasa y líquidos corporales. Mantener un aumento de peso adecuado reduce riesgos como la diabetes gestacional, preeclampsia y problemas fetales.
2. Aporte adecuado de Ácido fólico. El ácido fólico es crucial para prevenir defectos del tubo neural en el bebé. Las recomendaciones sugieren un consumo de 400–600 µg diarios, incluyendo suplementación.
3. Suplementación con hierro. El hierro es indispensable para prevenir anemia materna, especialmente cerca del parto. Se recomienda la suplementación, adaptada según los niveles de hemoglobina y ferritina de la madre, para garantizar una cantidad óptima.
4. Suplementación con vitaminas y minerales. En casos de deficiencia, se recomienda suplementar con vitaminas y minerales esenciales, como vitamina D y calcio. Estas son fundamentales para la formación ósea y la salud general de la madre y el bebé.
5. Suficiente hidratación. Mantener una hidratación adecuada es esencial para el bienestar de la madre y el desarrollo del bebé. Aunque no se especifica una cantidad exacta, se recomienda aumentar la ingesta de agua según las necesidades individuales.
6. Prevención de enfermedades transmitidas por alimentos. Evitar alimentos que puedan representar riesgos infecciosos es clave. Se desaconsejan el pescado crudo, lácteos sin pasteurizar y alimentos contaminados, reduciendo el riesgo de infecciones.
7. Dieta balanceada. Se enfatiza la importancia de una dieta variada y equilibrada que incluya macronutrientes (proteínas, carbohidratos y grasas saludables) y micronutrientes.
8. Educación nutricional. Es necesario educar a las mujeres en edad fértil sobre la importancia de la nutrición antes y durante el embarazo, especialmente porque muchos embarazos no son planeados.
Efectos de la obesidad en el embarazo
Efectos en la madre:
Complicaciones durante el embarazo: Aumenta el riesgo de diabetes gestacional, hipertensión, preeclampsia, aborto espontáneo y complicaciones en el parto, como cesáreas y partos prolongados.
Inflamación y resistencia a la insulina: La obesidad gestacional está relacionada con inflamación sistémica y resistencia a la insulina, factores que complican la adaptación metabólica durante el embarazo.
Posparto: Mayor riesgo de retención de peso después del parto, trombosis venosa profunda, infecciones y problemas de salud mental.
Efectos a largo plazo: Incremento en el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y obesidad persistente.
Efectos en el bebé:
Complicaciones perinatales: Macrosomía, hipoglucemia neonatal, mayores riesgos de parto prematuro, defectos congénitos y muerte perinatal. También hay riesgo de infecciones neonatales y Apgar bajo.
Impacto a largo plazo: Propensión a desarrollar obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y problemas neurocognitivos o del espectro autista debido a alteraciones metabólicas y epigenéticas.
En los efectos a largo plazo de la obesidad gestacional también se incluye su impacto en la lactancia materna. Las mujeres con obesidad o sobrepeso tienden a presentar tasas más bajas de inicio y duración de la lactancia en comparación con aquellas con peso normal. Esto puede atribuirse a factores, como:
Retraso en el inicio de la lactancia: Las madres con obesidad experimentan frecuentemente una demora en la lactogénesis (producción de leche) debido a niveles elevados de progesterona y una mayor incidencia de cesáreas, que pueden dificultar el establecimiento temprano de la lactancia.
Problemas físicos: La incomodidad derivada de tener pechos más grandes puede dificultar la posición adecuada para amamantar, lo que genera desafíos adicionales para establecer una lactancia eficaz.
Depresión posparto: Existe una relación entre la obesidad gestacional y mayores tasas de depresión posparto, lo cual puede impactar negativamente la motivación y capacidad de las madres para iniciar y mantener la lactancia.
Impacto en la salud futura: La falta o menor duración de la lactancia no solo afecta al bebé, sino que también puede tener repercusiones negativas para la salud materna a largo plazo, como un mayor riesgo de obesidad persistente, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer como el de mama y endometrio.
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Recomendaciones dietéticas para embarazos gemelares (Wierzejska, 2022).
Mayor demanda de energía: Los embarazos gemelares requieren un aumento significativo de la ingesta energética para satisfacer el desarrollo de los fetos y los tejidos maternos. Aunque no hay recomendaciones universales específicas, se estima que las mujeres con embarazos gemelares necesitan entre 3000-4000 kcal diarias, dependiendo del Índice de Masa Corporal (relación peso con la estatura) previo al embarazo.
Ganancia de peso recomendada: La ganancia de peso óptima para embarazos gemelares varía según el IMC pregestacional:
Peso normal: 17-25 kg.
Sobrepeso: 14-23 kg.
Obesidad: 11-19 kg. Una ganancia adecuada de peso está vinculada con mejores resultados neonatales y menor riesgo de complicaciones.
Necesidad de vitaminas y minerales: En embarazos gemelares, los requerimientos de vitamina D, calcio, hierro, folato y otros nutrientes son más altos. Sin embargo, no existen pautas específicas diferenciadas de las recomendadas para embarazos simples.
Vitamina D: Su deficiencia es común en embarazos gemelares y puede aumentar el riesgo de parto prematuro. Se recomienda suplementar entre 600-1200 IU según las guías internacionales.
Hierro: Es crucial para prevenir anemia en mujeres con embarazos múltiples. En algunos casos, se recomiendan dosis más altas, aunque la suplementación debe ajustarse según necesidad individual.
Suplementación específica: Las guías sugieren que las mujeres con embarazos gemelares se beneficien de la suplementación de ácidos grasos omega-3 (300-500 mg diarios), ácido fólico (hasta 1000 µg/día), hierro y calcio para mejorar los resultados maternos y neonatales.
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Original de Dr.D. Julio Boza Puerta, Farmacéutico.
Actualizado y revisado por Dra. Jennifer Bernal-Rivas. Nutricionista-Dietista, Máster en Nutrición Humana y Doctora en Ciencias. Fundación Iberoamericana de Nutrición-FINUT. Marzo, 2025.
Referencias
Barrea, L., Camastra, S., Garelli, S., Guglielmi, V., Manco, M., Velluzzi, F., … & Muscogiuri, G. (2024). Position statement of Italian Society of Obesity (SIO): gestational obesity. Eating and Weight Disorders-Studies on Anorexia, Bulimia and Obesity, 29(1), 61.
De Vito, M., Alameddine, S., Capannolo, G., Mappa, I., Gualtieri, P., Di Renzo, L., … & Rizzo, G. (2022, December). Systematic review and critical evaluation of quality of clinical practice guidelines on nutrition in pregnancy. In Healthcare (Vol. 10, No. 12, p. 2490). MDPI.
Wierzejska, R. E. (2022). Review of dietary recommendations for twin pregnancy: does nutrition science keep up with the growing incidence of multiple gestations?. Nutrients, 14(6), 1143.