Alimentos funcionales: añaden calidad y salud a la dieta

Los alimentos ricos en nutrientes, como las frutas, las verduras, los frutos secos, los cereales integrales, las legumbres y el marisco, suelen considerarse alimentos funcionales. Además, los alimentos fortificados, enriquecidos o mejorados, como el zumo de naranja rico en calcio, la leche enriquecida con Omega 3 y los cereales con fibra añadida, que también se consideran alimentos funcionales.

Hoy en día, los alimentos funcionales también han sido formulados para que contengan sustancias o microorganismos vivos con un posible valor para mejorar la salud o prevenir enfermedades, y en una concentración que sea a la vez segura y suficientemente alta para lograr el beneficio pretendido. Los ingredientes añadidos pueden incluir nutrientes, fibra dietética, fitoquímicos, probióticos u otras sustancias.

Efectos en la salud de los alimentos funcionales

Cuando los alimentos funcionales se consumen como parte de una dieta variada, equilibrada y sana, pueden:

Prevenir deficiencias nutricionales

Reducir el riesgo de enfermedades

Promover un crecimiento y desarrollo adecuados

Algunos alimentos se enriquecen con nutrientes para mejorar la salud. Por ejemplo, el jugo de naranja con calcio añadido o la margarina con omega-3. Se ha encontrado que los ácidos grasos omega-3 pueden proteger contra enfermedades cardíacas, pérdida de memoria y deterioro cognitivo.

El estudio del microbioma intestinal ha cobrado interés, especialmente en relación con los probióticos, que son microorganismos beneficiosos que pueden mejorar la salud intestinal, fortalecer el sistema inmune y ayudar en la pérdida de peso. Los probióticos se encuentran en alimentos fermentados como el yogur y el kéfir (si se elaboran con cultivos vivos), así como en productos tradicionales como el tempeh de Indonesia y el miso de Japón. Aunque estos alimentos han sido consumidos por siglos, la industria alimentaria podría desarrollar nuevas opciones funcionales basadas en probióticos y microorganismos beneficiosos

Los prebióticos, por otra parte, son sustancias que favorecen el crecimiento de bacterias saludables en el intestino. Algunos ejemplos de prebióticos incluyen los beta-glucanos, presentes en la avena y los fructanos, un tipo de fibra vegetal. Incluir estos compuestos en la dieta puede ayudar a mejorar la salud digestiva y fortalecer el sistema inmune.

Algunas margarinas y otros productos contienen esteroles y estanoles vegetales, compuestos que han demostrado reducir los niveles de colesterol en sangre, en particular el colesterol LDL o «malo». Su consumo regular puede ser una estrategia efectiva para mejorar la salud cardiovascular.

El es una bebida con múltiples beneficios para la salud. El té se ha asociado con diversos beneficios para la salud, como la prevención de la obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades del corazón y algunos tipos de cáncer. Sus efectos positivos se deben a las catequinas, un tipo de flavonoides con propiedades antioxidantes. Estos efectos positivos se deben a su contenido en catequinas, un tipo de flavonoide con propiedades antioxidantes. Debido a sus beneficios, los extractos de té podrían incorporarse a ciertos alimentos para desarrollar nuevos productos funcionales.

Las bayas, como los arándanos, las frambuesas y las moras, han demostrado ser beneficiosas para la salud y pueden ayudar a prevenir diversas enfermedades. Su impacto positivo se debe a su alto contenido en antocianinas, otro tipo de flavonoide con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.

Algunos alimentos se enriquecen con nutrientes para ofrecer beneficios adicionales a la salud. Ejemplos comunes incluyen el jugo de naranja con calcio añadido y la margarina con omega-3. Se ha demostrado que los ácidos grasos omega-3 pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, mejorar la memoria y prevenir el deterioro cognitivo.

Ejemplos de alimentos funcionales:

Alimentos enriquecidos con omega-3 (benefician el corazón y el cerebro)

Leches fortificadas con omega-3.

Huevos enriquecidos con omega-3.

Pescados grasos (aunque no son enriquecidos, son fuente natural de omega-3).

Alimentos con probióticos (favorecen la salud intestinal)

Yogur y kéfir (si contienen cultivos vivos, como Bifidobacterium, Lactobacillus acidophilus o Lactobacillus casei).

Chucrut, kimchi y encurtidos fermentados.

Miso y tempeh.

Kombucha.

Alimentos con prebióticos (estimulan las bacterias buenas en el intestino)

Ajo y cebolla.

Plátanos.

Espárragos y alcachofas.

Avena y cebada (por su contenido en beta-glucanos).

Alimentos con esteroles y estanoles vegetales (ayudan a reducir el colesterol)

Margarinas enriquecidas con esteroles/estanoles.

Jugos y yogures fortificados con estos compuestos.

Alimentos con antioxidantes y flavonoides (propiedades antiinflamatorias y protectoras)

Té verde y negro (rico en catequinas).

Bayas como arándanos, moras y frambuesas (ricas en antocianinas).

Chocolate negro (alto en flavonoides).

Alimentos con calcio y vitamina D (fortalecen los huesos)

Leche y yogures enriquecidos con calcio y vitamina D.

Jugo de naranja fortificado con calcio.

Cereales de desayuno con vitamina D añadida.

Alimentos con fibra funcional (favorecen la digestión y reducen el colesterol)

Salvado de avena y cebada (ricos en beta-glucanos).

Productos con fibra añadida, como panes y cereales enriquecidos.

Alimentos con proteínas y péptidos bioactivos (ayudan a la recuperación muscular y otras funciones)

Leches y yogures con proteínas añadidas.

Suplementos de proteína de suero o vegetales.

Productos a base de soja (tofu, leche de soja).

Saber más

Las bifidobacterias

Son un grupo de bacterias beneficiosas que forman parte de la microbiota intestinal y ayudan a la digestión, fortalecen el sistema inmune y pueden mejorar el equilibrio de la flora intestinal. Son consideradas probióticos por ser microorganismos vivos que, cuando se consumen en cantidades adecuadas, aportan beneficios para la salud. Como las bifidobacterias cumplen con esta definición, se consideran probióticos.

Algunas bifidobacterias comunes en productos lácteos son:

Bifidobacterium bifidum

Bifidobacterium lactis

Bifidobacterium longum

Todos los productos que contienen Bifidobacterium tienen probióticos, pero no todos los probióticos son Bifidobacterium, ya que hay otros tipos como Lactobacillus y Saccharomyces. Los alimentos que contienen bifidobacterias son considerados alimentos funcionales, por los beneficios a la salud que aportan.

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Original de Guía de alimentos funcionales, Coordinada por el Dr. Javier Aranceta (SENC) y por el Prof. Lluis Serra (SENC). Una iniciativa del Instituto Omega 3 en colaboración con la SENC y CECU

Actualizado y revisado por Dra. Jennifer Bernal-Rivas. Nutricionista-Dietista, Máster en Nutrición Humana y Doctora en Ciencias. Fundación Iberoamericana de Nutrición-FINUT. Enero, 2025.

Referencias

Institute of Food Technologists. IFT. The 411 on Functional Foods. https://www.ift.org/career-development/learn-about-food-science/food-facts/food-facts-food-health-and-nutrition/the-411-on-functional-foods Consultado 30 enero 2025.

Temple NJ. A rational definition for functional foods: A perspective. Front Nutr. 2022 Sep 29;9:957516. doi: 10.3389/fnut.2022.957516. PMID: 36245478; PMCID: PMC9559824.

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