Una intolerancia alimentaria se produce cuando el organismo no es capaz de digerir un determinado alimento o un ingrediente de los alimentos. No involucra al sistema inmunológico, a diferencia de las alergias alimentarias. Una proporción de la población (1-3 % de los adultos y 4-6 % de los niños) sufre consecuencias adversas para la salud como resultado del consumo de determinados alimentos o ingredientes alimentarios.
¿Cuáles son las intolerancias alimentarias?
La intolerancia alimentaria se manifiesta de manera diversa y con una intensidad variable. Se puede ser intolerante a cualquier tipo de alimento o ingrediente de los alimentos. Algunos ejemplos son:
Intolerancia a la lactosa, es una de las intolerancias alimentarias más comunes. Se produce cuando el cuerpo no es capaz de digerir la lactosa, un tipo de azúcar que se encuentra principalmente en la leche y los productos lácteos, como el queso y los yogures.
Intolerancia al gluten (trigo, centeno y cebada), presente en alimentos como el pan y la pasta. Lo que es diferente a alergia al gluten o ser celiaco, ya que esta posee un origen inmunológico.
Intolerancia a la Histamina: presente en alimentos y bebidas como el vino y el queso.
Intolerancia a la cafeína: presente en el café, el té y algunas bebidas gaseosas.
Intolerancia a los sulfitos: presentes en la sidra, la cerveza, el vino, crustáceos y cefalópodos congelados, en frutas secas (salvo pasas y ciruelas), en frutas en conserva, en los champiñones, en el coco, en ensaladas de frutas frescas ya preparadas, en galletas dulces y saladas, en la gelatina, en masas listas para hornear pasteles o pizzas, en jaleas y mermeladas, en patatas congeladas y en conserva, en el sirope, en sopas deshidratadas, en la sidra, e incluso en el té instantáneo. Esta intolerancia se debe al déficit de la enzima sulfito oxidasa, lo que impide metabolizar adecuadamente los sulfitos presentes en los alimentos.
Intolerancia a los salicilatos: presentes en algunas frutas, verduras, hierbas y especias. Se utilizan a menudo como aromatizantes artificiales y conservantes en productos para la piel, perfumes, dentífricos, caramelos y chicles, y se encuentran en muchos medicamentos como los analgésicos (para el dolor), por ejemplo, aspirina, ibuprofeno, naproxeno, diclofenaco; para el resfriado – con Ácido acetilsalicílico, salicilato, ácido salicílico – Salicilato de bencilo, salicilato de magnesio, salicilato de feniletilo, salicilato de sodio, mientras que otros ingredientes como el mentol, menta o hierbabuena también lo pueden contener.
Intolerancia al Glutamato monosódico: presente en frutas maduras, embutidos, alimentos salados y deshidratados.
¿Como reconocer una intolerancia alimentaria?
Las manifestaciones clínicas de la intolerancia alimentaria se relacionan con síntomas digestivos, tales como:
Hinchazón, gases, dolor abdominal.
Diarrea o estreñimiento.
Náuseas o vómitos.
Dolor de cabeza, fatiga o malestar general en casos más complejos.
La intolerancia alimentaria no pone en riesgo la vida y los síntomas suelen depender de la cantidad de alimento consumido. A diferencia de una alergia alimentaria, que implica una respuesta inmunológica y puede llegar a ser peligrosa, ocasionando un shock anafiláctico, que ocurre con una alergia generalizada en el cuerpo que puede llegar a ser grave.
Diagnóstico de la intolerancia alimentaria
Manejo de los alimentos sospechosos de causar la intolerancia. Se sigue una dieta especial en la que se evita comer el alimento al que podría ser intolerante, para ver si mejoran los síntomas; al cabo de unas semanas se vuelve a comer el alimento para ver si reaparecen los síntomas.
El uso de métodos como la eliminación y reintroducción de alimentos bajo supervisión médica y nutricional. Es importante que las dietas de eliminación sean temporales, por lo que solo deben realizarse durante un periodo de prueba breve, bajo supervisión médica, como herramienta de diagnóstico. Las dietas restringidas que se prolongan durante mucho tiempo pueden provocar problemas de nutrición, sobre todo en los niños.
Análisis de sangre. Miden anticuerpos IgG4 (no confundir con IgE para alergias) para detectar reacciones a ciertos alimentos. Se utilizan para sospechas múltiples o intolerancias no claras.
Prueba de aliento si es posible que tenga intolerancia a la lactosa. Prueba de hidrógeno espirado: debido a la digestión y absorción incompletas de la lactosa y la fructosa, se produce hidrógeno (H2) por el proceso de fermentación de las bacterias. Este gas puede detectarse mediante un análisis del aliento.
Pruebas específicas de enzimas. Pruebas para medir la actividad de la lactasa, al gluten (no celiaquía), donde se evalúa la sensibilidad al gluten no celíaca.
¿Como combatir las intolerancias alimentarias?
En el tratamiento, evitar el alimento responsable es clave, pero esto puede ser complicado debido a los alérgenos ocultos en productos procesados como la bollería o los embutidos. En casos graves de alergia a las proteínas de la leche de vaca, las fórmulas especializadas ofrecen una alternativa segura cuando la lactancia no es posible.
En los últimos cinco años, la inmunoterapia oral ha emergido como un tratamiento prometedor, especialmente en niños. Este enfoque consiste en la administración controlada y gradual del alérgeno (en este caso el alimento que produce la reacción) para inducir tolerancia. Aunque todavía se encuentra en desarrollo, los resultados iniciales son alentadores.
Los estudios sobre la microbiota intestinal están abriendo nuevas oportunidades en el manejo de las intolerancias. La utilización de probióticos y prebióticos podría mejorar la tolerancia a ciertos alimentos y reducir la inflamación intestinal.
Además, los estudios en genética y epigenética están proporcionando información valiosa sobre los factores hereditarios que predisponen a la intolerancia alimentaria.
Otra área en crecimiento es el desarrollo de alimentos hipoalergénicos mediante tecnologías como la edición genética y la modificación de proteínas para reducir su capacidad alergénica.
Saber Más
¿Sabías que las alergias alimentarias han aumentado significativamente en las últimas décadas? Se cree que factores como la urbanización, los cambios en los hábitos alimenticios y la disminución de la exposición a microorganismos en la infancia contribuyen a este aumento. Este fenómeno, conocido como «hipótesis de la higiene», sugiere que un sistema inmunológico subestimulado en la niñez puede predisponer a reacciones alérgicas en el futuro.
Prof. Dr. D. Juan Antonio Molina Font Catedrático de Pediatría, Universidad de Granada
Revisado por María Gabriela Sagastume Rodríguez. y Dra. Jennifer Bernal, PhD. Colaboradoras. Fundación Iberoamericana de Nutrición. Enero, 2025
Referencias
Mayo Clinic. Food allergy vs. food intolerance: What’s the difference? https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/food-allergy/expert-answers/food-allergy/faq-20058538
Australasian Society of Clinical Immunology and Allergy. https://www.allergy.org.au/patients/food-other-adverse-reactions/food-intolerance