Al principio, solo notas algunos calambres en las piernas o un leve hormigueo en las manos, algo molesto pero fácil de ignorar. Con el tiempo, la fatiga se vuelve más frecuente, los músculos parecen más débiles y las visitas al dentista se hacen más necesarias por caries o sensibilidad dental. A largo plazo, el problema se vuelve más serio: los huesos pierden fuerza sin que te des cuenta, hasta que una caída sencilla resulta en una fractura inesperada. El calcio no es solo un nutriente más; es el cimiento de tu cuerpo, y su ausencia puede pasar desapercibida hasta que el daño ya está hecho.
Las enfermedades relacionadas con la falta de calcio, son descritas según la solidez de la evidencia científica disponible, es decir, de las que más se han comprobado con estudios. Hasta las que aun necesitan mayor investigación.
Osteopenia y Osteoporosis
La osteoporosis es una enfermedad caracterizada por una disminución progresiva de la masa ósea y alteraciones en la microarquitectura del hueso, lo que incrementa su fragilidad y el riesgo de fracturas. La deficiencia de calcio es un factor determinante en el desarrollo de esta patología. Estudios han demostrado que una ingesta adecuada de calcio y de vitamina D es esencial para alcanzar y mantener el pico de masa ósea, que se alcanza hasta aproximadamente los 20 años. Además, en etapas avanzadas de la vida, una adecuada ingesta de estos nutrientes contribuye al mantenimiento y a la prevención de la pérdida ósea y, por ende, de la osteoporosis.
En España, casi 3 millones de personas padecen de osteoporosis, según la Fundación Internacional de Osteoporosis. La mayoría de las afectadas son mujeres (79 %) y el resto hombres (21 %) son hombres. El número de fracturas por fragilidad crecerá aproximadamente un 30 % entre los años 2019 y 2034. Mientras que el coste de las fracturas supone el 3,8% del presupuesto de Sanidad.
Problemas Musculares
El calcio es fundamental para la contracción muscular. Niveles insuficientes de este mineral pueden provocar calambres, espasmos y debilidad muscular. La hipocalcemia, o baja concentración de calcio en sangre, altera la excitabilidad neuromuscular, lo que se traduce en síntomas como tetania y espasmos musculares. La corrección de los niveles de calcio es esencial para restaurar la función muscular normal.
Hipertensión en las embarazadas
El calcio juega un papel crucial en la regulación de la presión arterial, y su importancia aumenta durante el embarazo. Varios estudios han demostrado que una ingesta adecuada de calcio puede ayudar a reducir el riesgo de hipertensión gestacional y preeclampsia en mujeres embarazadas. La suplementación con calcio se ha asociado con una disminución en la incidencia de estos trastornos hipertensivos, mejorando así los resultados tanto para la madre como para el feto. Esta relación destaca la importancia de mantener niveles óptimos de calcio durante el embarazo para apoyar la salud cardiovascular y general de la madre y el bebé.
Problemas Dentales
El calcio es un componente esencial de los dientes, responsables de otorgarles dureza y permanencia. Una ingesta insuficiente puede afectar la salud dental, aumentando el riesgo de caries y problemas en el desarrollo dental. Además, se ha observado que un mayor consumo de calcio puede mejorar los procesos inflamatorios y la movilidad dental en personas con enfermedad periodontal. Por lo tanto, es especialmente recomendable aumentar el aporte de calcio en individuos que padecen esta afección.
Síntomas Neurológicos
La hipocalcemia puede manifestarse con síntomas neurológicos como entumecimiento, hormigueo, convulsiones y problemas de coordinación. El calcio desempeña un papel crucial en la transmisión nerviosa y la liberación de neurotransmisores. Su deficiencia altera la función neuronal, lo que puede llevar a manifestaciones clínicas significativas.
Fatiga y Debilidad General
La falta de calcio puede conducir a una sensación general de cansancio y debilidad. Esto se debe a su papel en la contracción muscular y la función nerviosa. Además, la hipocalcemia crónica puede afectar el metabolismo energético, contribuyendo a la aparición de fatiga.
Prevención y Recomendaciones
Para prevenir las complicaciones asociadas a la deficiencia de calcio, es fundamental asegurar una ingesta adecuada de este mineral a lo largo de la vida. Las recomendaciones, en España, varían según la edad, el sexo y otras condiciones, pero generalmente se sugiere una ingesta diaria de 1150 mg en los adolescentes y 1000 mg para adultos.
Las fuentes dietéticas de calcio incluyen productos lácteos como leche, queso y yogur, así como verduras de hoja verde, frutos secos y pescados con espinas blandas, como las sardinas. Además, la vitamina D es esencial para la absorción del calcio, por lo que una exposición solar adecuada y el consumo de alimentos ricos en esta vitamina, como pescados grasos y huevos, son igualmente importantes.
Advertencia: Es importante destacar que, aunque la suplementación puede ser útil en casos de deficiencia o riesgo elevado de osteoporosis, no se recomienda su uso indiscriminado. Algunos estudios sugieren que la suplementación con calcio y vitamina D podría no ofrecer beneficios significativos en ciertas poblaciones y en algunos casos, podría asociarse a riesgos. Cuando se ingieren pastillas, polvos u otros suplementos es más probable tener problemas de salud relacionados con los excesos del consumo de calcio.
Mantener una ingesta adecuada de calcio es esencial para la salud ósea, muscular, dental y neurológica. Una dieta equilibrada, junto con un estilo de vida saludable que incluya actividad física regular y una exposición solar prudente, son las mejores estrategias para prevenir las complicaciones derivadas de la deficiencia de calcio.
Saber más
Un total de 2.945.000 personas padecen osteoporosis en España, la enfermedad “silenciosa” que provoca que los huesos se vuelvan frágiles y más propensos a romperse, incluso después de una pequeña caída. Según el último informe europeo de la Fundación Internacional de la Osteoporosis, la prevalencia de esta enfermedad en la población total ascendió al 5,4% de la población a la par de la media de la UE (5,6%). En España se estima que el 22,6% de las mujeres y el 6,8% de los hombres de 50 años o más tienen osteoporosis. La consecuencia de estas fracturas en la vida avanzada es el riesgo de la inmovilidad, perdida de la independencia y de la calidad de la vida.
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Original de Dra. Dª. Ana María Roca Ruiz, Médica y Odontóloga, Máster en Nutrición
Actualizado y revisado por Dra. Jennifer Bernal-Rivas. Nutricionista-Dietista, Máster en Nutrición Humana y Doctora en Ciencias. Fundación Iberoamericana de Nutrición-FINUT. Febrero, 2025.
Referencias
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