La patata es el cuarto alimento básico más importante cultivado y consumido a nivel mundial. Es una fuente importante de la dieta humana y comprende más de 4000 variedades en todo el mundo. Esta enorme variedad de patatas tiene gran aceptación en el mercado mundial debido a su alta tasa de producción, tamaño regular de tubérculo y usos multipropósito tanto en la industria alimentaria como en la farmacéutica.
Si bien la patata no es un alimento esencial en muchas zonas del mundo, se cultiva ampliamente, con una producción de aproximadamente 374 millones de toneladas al año.
Son el cuarto alimento más consumido del mundo después de los cereales y combinadas con estos aportan proteína de alta calidad.
Originaria de Perú y Chile, la patata llegó a España en el siglo XVI de la mano de Francisco Pizarro. Su cultivo comenzó en Galicia y, aunque al principio fue rechazada en gran parte de Europa, con el tiempo se fue extendiendo por Francia, Alemania e Inglaterra.
No fue hasta finales del siglo XVIII, en medio de una crisis y hambruna previa a la Revolución Francesa, cuando la patata ganó aceptación y se convirtió en un alimento esencial en los hogares europeos.
Hoy en día, es el cuarto alimento más consumido en el mundo, solo superado por los cereales. Su versatilidad en la cocina y su gran sabor la han convertido en un ingrediente clave tanto en platos caseros como en la industria alimentaria.
Variedades de patatas
Existe una amplia variedad de patatas en todo el mundo. Su fácil cultivo hizo que se extendiera sin problemas. Las patatas se presentan en diversos colores debido a la presencia de carotenoides y antocianinas, aunque las papas sin color son los genotipos más comunes.
Las patatas nuevas o tempranas aparecen en los mercados a principios de la primavera y duran hasta agosto. Tienen la piel fina y carne blanca y se conservan mal.
Las patatas semitardías se recogen entre septiembre y octubre, son más grandes y de carne blanca, y las tardías se recogen a partir de noviembre, tienen más almidón y su carne es amarillenta. Presentan una piel marrón o tostada con tintes rojizos y suelen dar una textura harinosa a los platos con los que se elaboran.
La patata, excelente fuente de vitamina C y almidón
La patata es un alimento rico en carbohidratos y con un bajo contenido de grasas, que aporta aproximadamente 130 kcal de energía diaria a una persona, además de vitaminas, proteínas, fibra y muchos otros nutrientes.
La patata es un alimento rico en hidratos de carbono complejos (16%), fundamentalmente almidón, y como tal muy recomendable como fuente de energía. El almidón que contiene es una excelente forma de proporcionar a nuestro organismo la energía que necesita a la vez que ayuda a mantener estables los niveles de glucosa en sangre.
Igualmente, la patata contiene agua y es una excelente fuente de proteínas, aunque si tenemos en cuenta la cantidad que aporta (2,5%), ésta es moderada. Sin embargo, se trata de una proteína de alta calidad biológica que aporta todos los aminoácidos esenciales y en la proporción adecuada. Además, sus proteínas son ricas en lisina, aminoácido esencial que escasea en cereales, por lo que son idóneas para combinar con los cereales obteniendo de esta manera abundante proteína de alta calidad.
La patata es el único alimento rico en almidón, aparte del boniato y el maíz, que aporta una considerable cantidad de vitamina C (18 mg), aunque ésta se va perdiendo desde el momento en que se cosecha.
Además, aportan potasio (570 mg), magnesio (19,9 mg) y vitamina B6 (0,25 mg) y B1 (0,1 mg). Su contenido en sodio es bajo (10 mg/100 g), y esto unido a su riqueza en potasio, las hace muy recomendables para personas con tensión arterial elevada.
Beneficios de la patata
La patata no solo es un alimento básico, sino también una fuente rica en compuestos bioactivos como polifenoles, antocianinas y carotenoides, presentes tanto en su pulpa como en su cáscara. De hecho, después de las naranjas y las manzanas, la patata es uno de los mayores aportadores de polifenoles en la dieta.
Las antocianinas, además de dar color a los tubérculos, se utilizan como colorantes naturales en la industria alimentaria, sustituyendo los artificiales y ofreciendo beneficios adicionales para la salud. Estos polifenoles, en especial los flavonoides como las antocianinas, poseen una gran capacidad antioxidante, ayudando a neutralizar radicales libres. Gracias a estas propiedades, su consumo se asocia con la prevención de enfermedades cardiovasculares, cáncer y trastornos neurodegenerativos, además de proporcionar un efecto protector en la nefropatía diabética causada por inflamación.
Otros beneficios en la salud:
Por su riqueza en potasio y bajo contenido en sodio, son recomendables contra la tensión arterial elevada.
El jugo de patata cruda neutraliza la acidez gástrica y resulta muy apropiado contra la indigestión.
Por su contenido en vitaminas del grupo B y magnesio, las patatas son un excelente remedio para trastornos de tipo nervioso: neuralgia, tos improductiva y calambres.
La piel de la patata contiene ácido clorogénico de interesantes propiedades antioxidantes.
La patata, del mercado a la cocina
Las patatas son un recurso económico muy versátil que combina bien con carnes, pescados, mariscos o verduras y resultan excelentes fritas, asadas, o al vapor.
No obstante, para poder apreciar todas sus cualidades, lo primero que hay que hacer es comprarlas sanas. Hay que elegir patatas firmes, intactas, sin brotes ni partes verdes. Es preferible comprarlas en pequeñas cantidades según se necesiten, en lugar de almacenarlas durante largo tiempo, pues son propensas a que le aparezcan brotes.
Se deben almacenar en un lugar oscuro, seco, bien ventilado, cuya temperatura no exceda los 10-12 grados y lejos de olores fuertes.
Las patatas germinadas contienen un alcaloide tóxico llamado solanina, por lo que deben pelarse en profundidad y cocerse en agua para destruir esta sustancia.
Después de cortarlas hay que consumirlas cuanto antes o ponerlas en agua para hervir antes de que ennegrezcan. Lo ideal es cocerlas el menor tiempo posible para conservar todas sus propiedades nutritivas.
Las patatas nuevas, las más blancas, son menos harinosas y más consistentes, siendo ideales para freír y para hervirlas o cocerlas al vapor. Se pueden consumir frías y calientes, en ensaladas de todo tipo. Cuando son grandes quedan estupendas asadas con piel y acompañadas con salsas.
Mientras, las rojas o menos rojas, pero de carne amarillenta, se emplean para platos al horno, están riquísimas en puré, croquetas, soufflés, moldes, rellenos, ensaladillas, guisos y para hacer salsas.
Saber más sobre la patata
– La patata no engorda. Durante muchos años, se pensaba que la patata engordaba y se excluía de las dietas de adelgazamiento, pero esto no es así. La patata como tal aporta pocas calorías (72,27 kcal/100 g), y es el tipo de grasa con la que se cocina la responsable en gran medida de un mayor valor calórico, que puede llegar a triplicarse en caso de comerlas fritas. Las personas interesadas en bajar su peso deben evitar las patatas fritas y optar por las cocidas o asadas al horno. Por su contenido en hidratos de carbono complejos, las patatas sacian sin engordar y también facilitan la eliminación de líquidos.
– El consumo moderado de patatas (fritas o no) en adultos sanos no se asocia con un mayor riesgo de diabetes mellitus tipo 2, ardor de estómago en ayunas, hipertensión ni niveles elevados de triglicéridos.
– La piel de la patata contiene antioxidantes. Lo ideal sería consumir la patata con su piel, porque en ella se hallan concentradas la mayoría de las vitaminas. Sin embargo, es habitual que las patatas se rocíen con productos tóxicos para evitar la aparición de brotes, por lo que es conveniente tomarlas peladas, a excepción de las que provengan de cultivos ecológicos.
Dra. Dña. Ana Haro García, Farmacéutica y Tecnóloga de los Alimentos.
Revisado por Dra. Casandra Madrigal. Nutricionista-Dietista, Doctora en Nutrición y Ciencia de los alimentos. Fundación Iberoamericana de Nutrición-FINUT. Marzo, 2025.
Referencias
Rasheed H, Ahmad D, Bao J. Genetic Diversity and Health Properties of Polyphenols in Potato. Antioxidants (Basel). 2022;11(4):603. doi:10.3390/antiox11040603
Yiannakou I, Pickering RT, Yuan M, Singer MR, Moore LL. Potato consumption is not associated with cardiometabolic health outcomes in Framingham Offspring Study adults. J Nutr Sci. 2022;11:e73. doi:10.1017/jns.2022.65