La lactancia es una etapa en la que la madre proporciona al recién nacido un alimento perfectamente adaptado a sus necesidades, tanto en calidad como en cantidad. Este proceso se extiende durante varios meses y requiere que la madre ajuste su alimentación para garantizar un óptimo estado nutricional, tanto para ella como para su bebé, sin comprometer la salud de ninguno de los dos.
A lo largo de la lactancia, la composición de la leche materna experimenta cambios naturales, adaptándose a las necesidades del bebé, que también evolucionan con el tiempo. Aunque la dieta materna puede influir en algunos nutrientes más que en otros, la leche materna sigue siendo un alimento excepcionalmente completo.
El líquido de preferencia ha de ser el agua, aunque también ayudan otras bebidas como la leche o los zumos.
La madre debe prestar especial atención a la ingesta adecuada de energía y al equilibrio de proteínas, hidratos de carbono, lípidos, minerales y vitaminas. Pero además es fundamental incrementar el aporte de líquidos para cubrir el incremento de necesidades hídricas que supone la formación de la leche.
La leche materna tiene casi un 87-90% de contenido acuoso y la producción media estimada es de 750 a 850 ml de leche, por lo que resulta evidente la importancia de mantener una ingesta hídrica adecuada si queremos preservar la calidad y cantidad de la leche, así como el estado nutricional del niño y de la madre.
De acuerdo a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), las recomendaciones de ingesta hídrica para la mujer lactante son de 3 L/día. La EFSA también recomienda añadir 300 ml/día respecto a las mujeres no embarazadas de la misma edad.
Dicho consumo de agua es muy variable, y los consumos menores no necesariamente ponen en riesgo a la mujer o el éxito de la práctica de la lactancia, ya que se ha demostrado que la restricción de líquidos no influye en el volumen de leche, debido a que se compensa por una disminución en la excreción de orina, mientras que forzar dicho consumo reduce la cantidad de leche. En la lactancia las mujeres experimentan un aumento de la sensación de sed, ante lo que se recomienda que se tome el agua necesaria para saciarla.
Es importante mencionar que cuando hay aumento de la actividad física, y en ambientes calientes y secos, los requerimientos aumentan. Por ello, es imprescindible adecuar la cantidad de líquidos a ingerir en función de la situación específica en la que se encuentre la persona si queremos obtener una hidratación óptima.
Hay que tener en cuenta, además, que al igual que es importante beber la cantidad adecuada de agua, también lo es el modo y frecuencia de ingerirla. Por lo que se recomienda:
Beber agua antes de tener la sensación de sed
Beber a intervalos regulares
Realizar la ingesta de agua despacio y a pequeños sorbos
Al considerar las fuentes de aporte hídrico en la mujer embarazada y en la lactante, debemos considerar:
1. El agua, bien sea natural o envasada (aguas minerales), bebida directamente o añadida en la preparación de los platos.
2. Otros tipos de bebidas: leche, zumos, bebidas gaseosas, café, infusiones.
3. Los alimentos sólidos, algunos de los cuales, como son las frutas y las verduras, pueden llegar a tener hasta un 90% de agua en su composición.
Es preferible evitar el consumo de cualquier bebida alcohólica porque las concentraciones de alcohol en la leche materna se parecen mucho a los de la sangre materna. Si se consumiera, debería esperarse un par de horas a que el alcohol se metabolice y desaparezca de la sangre.
Dra. Dª. Ana María Roca Ruiz, Médico, Máster en Nutrición
Revisado por Dra. Casandra Madrigal. Nutricionista-Dietista, Doctora en Nutrición y Ciencia de los alimentos. Fundación Iberoamericana de Nutrición-FINUT. Marzo, 2025.
Referencias
Instituto de investigación agua y salud. Guía de hidratación. Junio 2018. ISBN: 978-84-270-3447-1. https://institutoaguaysalud.es/guia-hidratacion-saludable/ Consultado el 10 marzo 2025.
Salas-Salvadó, Jordi, Maraver, Francisco, Rodríguez-Mañas, Leocadio, Sáenz de Pipaon, Miguel, Vitoria, Isidro, & Moreno, Luis A. (2020). Importancia del consumo de agua en la salud y la prevención de la enfermedad: situación actual. Nutrición Hospitalaria. 2021, 37(5), 1072-1086.https://dx.doi.org/10.20960/nh.03160
European Food Safety Authority (EFSA). Dietary reference values. Water in lactating women. www.efsa.europa.eu. Consultado el 10 marzo 2025.
